viernes, julio 01, 2005

Parece que los tuaregs beben agua caliente durante el día para soportar las altísimas temperaturas del desierto. Lo hacen para elevar su temperatura corporal y que parezca que el calor exterior es menos grave.
A los niños tuareg, sin embargo, esta solución les parece demasiado extravagante, y desconfian. Sobre todo las primeras veces que son obligados a ingerir agua hirviendo al mediodía. Muchos niños acaban huyendo, convencidos de que la tribu pretende envenenarlos y sobrevivir al calor alimentándose de su cuerpo.