Los que no se van
Vendrá la muerte y será una de esas visitas que no se va nunca. Una tarde cualquiera llegará con su guadaña, se sentará en el sofá de tu casa y empezará a contarte su vida. Pasarán las horas, se hará de noche y ella te seguirá relatando historias suyas y de su familia sin hacer caso de los signos cada vez menos sutiles con los que intentas hacerle entender que quieres que se largue de una vez. Seguramente pasarán unas doce o catorce horas antes de que comprendas que no se va a ir nunca, que estás muerto y que eso es la eternidad.
6 Comments:
Bravo.
Muy bueno. Gracias.
¿Sería demasiado obvio si al final entendieras que lo que te está explicando es tu vida? ¿Las diferentes versiones de tu vida? ¿Los diferentes errores de tu vida? Y la eternidad sea un terrible diálogo contigo mismo, infinito, sobre todo lo que fue y parecía y pareció ser pero no fue...
Hola!!
Me ha gustado mucho. Te apunto en mis "bookmarks"
ta luego!!
¡¡No jorobes que la muerte es mi tía Josefa??
me encanta. Felicidades
¡Qué desasosiego!
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