miércoles, enero 18, 2006

Comentario al mundo como voluntad y representación

Todas y cada una de las cosas que existen no son más que un nuevo intento del mundo por escapar del aburrimiento. A nuestro entender, Schopenhauer no profundizó lo suficiente en este aspecto de sus nociones de voluntad y de representación (no profundizó en absoluto*). Nosotros sí lo hemos hecho, y con la mayor seriedad (tenemos una beca). Desde nuestro punto de vista, el impulso de existir, que es la génesis de todo cuanto acontece, no puede ser denominado simplemente voluntad, sino que es una voluntad-de-no-aburrirse; es una huída desde y en dirección contraria al aburrimiento. Las representaciones, por su parte, cada una de las cosas y entes singulares que existen en el mundo, son un intento único y distinto de no-aburrirse. Podemos decir que cada tipo de ser es un modo diferente de ocupar-en-algo el espacio y el tiempo. – Naturalmente, la voluntad-de-no-aburrirse actúa en el mundo también a modo de selección: los seres que más se aburren son los que antes desaparecen. Por eso las piedras permanecen existiendo mucho más tiempo que los hombres; la razón es que los individuos de la especie mineral no están dotados con una característica tan poco conveniente para el no-aburrirse como es la conciencia; es decir, que como no piensan, se aburren menos y existen más.** – Simplemente por abordar la cuestión desde el punto de vista de nuestra propia especie (esperemos que el lector se identifique), afirmaremos que todas y cada una de las acciones que algún ser humano haya llevado a cabo alguna vez en el mundo, no han tenido ningún otro fin ni objetivo que el de evadirse del soporífero aburrimiento en el que flotaba dios antes de que hubiera algo. – El conjunto de ejemplos válidos para ilustrar esta afilada afirmación no excluye ninguna acción o verbo que pueda realizar una persona; aún así, y a modo de reflexión, citaremos algunas realizaciones modernas y complejas como son la televisión, el sudoku, la filosofía, la química orgánica o las carreras de caballos; y también funciones que no por ser descritas habitualmente bajo el adjetivo de 'biológicas' tienen un fin distinto al expuesto hasta ahora: comer, dormir, follar, cazar.

* Se le pasó.
** Actividad: reflexione: ¿Según su opinión, quién persistirá en la existencia durante más cantidad de tiempo, una tortuga marina o la madre de Vd.? ¿Y cuál de esos dos entes cree que tiene más profundidad de conciencia sobre el mundo que le rodea? Replantée ahora la teoría desde este punto.

2 Comments:

Anonymous Anónimo diu...

Completamente de acuerdo. Permítame sintetizar en un silogismo tan aguda teoría:

Ser = no aburrirse
No ser = aburrirse

22 enero, 2006 16:15  
Blogger Ludovico diu...

el problema de la individualidad consciente de las tortugas se me presenta como sumamente interdisciplinar y complejo. No sería una mala tesis doctoral para sacarse cum laude en INEF, pero habría que consultar con psicólogos animales, filósofos animales, matemáticos muy animales, cuidadores de zoo, veterinarios y domadores, y sobre todo con mi madre, que por su volúmen y su resistencia a moverse de la cama es una firme candidata a desarrollar un caparazón y dedicarse a bucear por las galápagos.

21 febrero, 2006 17:35  

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