Cuentan por ahí que la Divina Comedia no es más que una invención; que cuando Dante llegó de la mano del Poeta a lo más alto del Purgatorio se dio media vuelta y prefirió bajar otra vez a los avernos. Algunos dicen que Beatriz había engordado tanto durante su estancia en el Paraíso que ocupaba seis o siete de los divinos círculos, y que el maestro italiano prefirió el infierno antes que caer preso de semejante campo gravitatorio. Otros, en cambio, aseguran que cuando asomó la cabeza al primero de los círculos del Paraíso pudo ver como Beatriz se estaba follando a media docena de apóstoles, y que ni siquiera Virgilio encontró las palabras adecuadas para consolarle.