Las noches son una de las pocas cosas que hemos dejado sin nombre. Hoy fue lunes, mañana será martes, y mientras tanto sólo es de noche. –
Todos los niños se preguntan alguna vez quién le puso nombre a las cosas. A los catorce años yo le pregunté a mi madre en la mesa de la cocina quién fue el que le puso taza a las tazas. No recuerdo bien la respuesta, pero creo que no lo sabía; en cualquier caso yo nunca lo he tenido claro. Ahora sé algo más sobre ese hombre: que dormía bien. (He llamado a mi madre para contárselo, y mi madre ha llamado a mi hermana, porque al parecer preguntó lo mismo a los dieciséis.)